miércoles, 30 de enero de 2008

¿Quién me puedeee ayuudaassss?


Para mí es la frase del año, pero como no todo el mundo hace turismo en las unidades de la TAMSE quizá no se conozca tanto. Esta gloriosa pregunta-cliché pertenece a un muchacho llamado Claudio que se sube y pide alguna colaboración a los pasajeros para comprar unos remedios que le han recetado.

Desde ya no soy nadie para juzgar la veracidad de su padecimiento, pero tampoco es la intención. Un buen día un amigo trastabilló con la humanidad de Claudio fuera del omnibus y puso cara de total desconcierto cuando el borrego le respondió casi con la voz de Pancho Ibañez "Permiso, disculpá", con eco y todo...

¿Cómo? ¿Y el "Quién me pueedeee ayuudaassss" con el tono destartalado? ¡Éste me está cagando!, pensó mi amigo muy ofuscado...


Cuando me enteré de la anécdota, pensé desbocadamente en los timos y las patrañas a las que estamos expuestos. Lo primero que me vino a la cabeza fue cuando vi en la Peatonal a un falso ciego desarmando su kit compuesto por bastón blanco desplegable y un antifaz negro que guardaba en una bolsa.

Hay engaños de toda clase, desde el kiosco con la leyenda "COSPELES" hasta la famosa "Big Mac", que por su tamaño deja ver un nuevo significado del vocablo inglés "Big".

Dicen por ahí que "Nadie se muere mocho", de modo que si estaremos condenados a usar cornamenta, también lo estaremos a ser timados.

Volviendo al bueno de Claudio, obviamente se trata de un muchacho con muchisima menos suerte que nosotros... Ojalá que la próxima vez que tire el glorioso "Quieen me pueedee ayuddaaaasss" no sea para saciar una necesidad

2 comentarios:

Javier Martínez Ramacciotti dijo...

Te olvidás de otros célebre engaños por los que hemos pasado con mucha pena y sin gloria:
1_"Ya vengo, voy al baño" Una mina tratando de deshacerse de la bolsa de papa que resultó ser uno
En fin, y tora cues´tión que me atormenta. "Nadie muere mocho". Pero, ¿yo muero Moncho?- sólo para entendidos-
Me cagué de risa con tu columna. Futuro columnista de La Voz.

Equis dijo...

Leonardo Miranda... ¿el mismo de "me pareció ver un lindo canarito"? A veces los apodos, cuando son originales, lo trascienden a uno. ¿El mismo del que "casi fui compañero" en cierto "Colegio con mayúscula" y cierta "escuelita" con minúscula? Espero que sí. Apoyo la iniciativa y me sumo a los auspicios... si para hacerlo no hay que activar otro mecanismo que el de la propia declaración. Y hasta allí en cuanto al autor. En cuanto a la entrada: es cierto, nadie muere mocho. Y cuanto antes seamos poseedores a título personal de tal certeza, mejor, así no tendremos la eterna duda. Más vale mocho consabido que cornamentado por descubrir. Dicho lo cual, dejo prueba escrita de mis deseos de que nos siga iluminando en este mundo de Nueve Reinas, al que todos vinimos a sospechar y ser sospechados. Sobre todo algunas.